Mensaje de Bohindra: Bienvenida al plano astral de Negadhá
Bienvenidos y bienvenidas a este lugar de silencio y recogimiento, de oración y de paz, de entrega y de sacrificio, de sanación y de elevación, de conocimiento y de misión, de familia, de luz… Bienvenidos y bienvenidas los que fuisteis recogidos en el dolor y los que fuisteis salvadores, los que quedasteis en el reconocimiento y los que cruzaron todos los caminos por cruzar.
Este lugar permanece y permanecerá en la evocación de vuestros corazones pues podéis acudir aquí siempre que necesitéis. Un momento de unión compartida, de conexión con la naturaleza, con la cúpula creada de lugar sagrado, y santo y bendecido, donde todo aquí se siente diferente: el viento que limpia y arrastra las penas, el agua que purifica y vivifica, el canto de las aves que glorifica y da alegría.
Por la evocación que habéis estado creando al llegar, soy yo, vuestro hermano Bohindra, el que os acoge y os da la bienvenida con un suave arrullo de amor. Todo estuvo construido, todo permanece y está por construir. Y a cada uno de vosotros os he dado un mensaje en particular, otra semilla de amor que os guía en vuestro camino. Y vengo a confirmar esa sensación y esa verdad, pues cada cual ha sentido un llamado. Debéis saber que todo llamado en unión a la más elevada aspiración espiritual, como os dijimos anteriormente a este viaje, siempre -siempre- tiene respuesta. Esta respuesta materializada y cocreada tiene aquí y ahora, su máxima expresión, su máximo anclaje y activación en vosotros, en el lugar, en el registro y en la apertura que también creará en otros, pues ya es la hora, como sabéis, ya es la hora de encontraros y reconoceros, en activar todos vuestros dones en el convencimiento de que es para un mayor bien.
En esta melodía del silencio os damos gracias por acudir, evocar y escuchar. Bendecimos vuestras manos y vuestros pies, vuestras mentes y vuestro corazón, y vemos brillar la estrella del alma en vosotros en unión con todos los que amaron, aman y amarán en ese amor que el Cristo nos enseña, en ese amor donde os buscáis y os buscarán.
Amados hermanos y hermanas, que este canto de unión perdure en vuestros corazones, en toda la alegría, la verdad, la paz y el amor que ahora mismo sentimos para vosotros.
Gracias y hasta pronto, hasta pronto, que siempre nos tenéis.
Bohindra